18 diciembre, 2009

VIENTOS DE CAMBIOS

VIENTOS DE CAMBIOS
Los siento en el aire en el viento.

La Llave de oro que hará del siglo XXI un siglo Sagrado, es incrementar el número de seres humanos que practiquen los Principios Divinos y lleven una forma de vida espiritual.

Nuestra tarea como Hijos de Dios: “Agradecimiento y retribución”.
Lo opuesto a la gratitud es la queja, la insatisfacción y el resentimiento por el mundo y los otros. Estas son nuestras actitudes básicas. Si estamos siempre quejándonos y estamos insatisfechos significa que desde lo más profundo de nosotros, hemos olvidado el sentimiento de gratitud. El poder y el conocimiento humanos son limitados en sí mismos. La gente que esta llena de ego trata de resolver los problemas sólo con el conocimiento y el poder humanos, pero no se dan cuenta de las limitaciones,  hasta que llegan a un callejón sin salida.
Creo no exagerar al decir que hay mucha gente hoy en día que ha sido envenenada por la idea según la cuál, no éxiste nada más allá de la ciencia provisional, materialista.
Recientemente la gente comienza a dar prioridad a temas del corazón. La abundancia material no lleva necesariamente a la felicidad, por lo tanto más gente está buscando satisfacción emocional en sus vidas. Fenómeno superficial. Hoy en día, “riqueza de corazón”. La realidad de hoy día es que la ciencia, la educación la medicina y la economía,  están todas aún bajo el poder de teorías materialistas.
Los principios materialistas continúan siendo la fuente de los problemas sociales y el crecimiento de la angustia mental.
En el ámbito de la realidad última, ha llegado el tiempo cuando debemos dar prioridad a las cosas del espíritu y abandonar el materialismo que ha prevalecido hasta ahora en el mundo. De otro modo, no podremos crear un mundo donde todos logren vivir en paz y con comodidad. Realmente, ahora que una Civilización Centrada en Dios está en vísperas de establecerse, veremos al mundo como un lugar donde es difícil vivir, si no tenemos una perspectiva más espiritual y comenzamos a llevar una vida centrada en Dios. Debemos despertar al hecho de que hemos entrado en un período de gran cambio,  en consonancia con el Plan de Dios.
Las campanas que proclaman el nacimiento de la Civilización Centrada en Dios están resonando en lo alto.
Ser hijo de Dios es estar consciente de que la eventual ciencia humana, no tienen el poder de la creación. Los seres humanos no pueden crear siquiera algo tan pequeño y aparentemente insignificante como una pestaña.  Perdón  para  que  decir  una  semilla,  verdadera  semilla,  semilla natural.  La humanidad sólo tiene capacidad para usar y procesar los recursos que Dios ya ha creado , no puede ir más allá. Debemos comprender que la ciencia materialista de la humanidad de ninguna manera se equipara con la ciencia de Dios que da vida y hace prosperar eternamente todo lo existente.
Dios Padre trabajó millones de años creando la Tierra, pero actualmente la gente, confiando en la ciencia materialista, continúa saqueando el maravilloso mundo que Dios creó. En realidad, es lamentable estar aproximándonos al punto donde será imposible restituir a la naturaleza su condición original.
Dios promueve su plan para cambiar la dirección de la humanidad., pero es esencial que los seres humanos cambien las actitudes,  que han venido sosteniendo hasta ahora.   En otras palabras, deben hacer un cambio en su sentimiento más profundo.

Hay dos clases de gratitud:
Gratitud por la oportunidad de servir a Dios y gratitud por las bendiciones y favores que recibimos. Casa, techo, abrigo, agua, comida, por el solo hecho de vivir y poder vivir.
El expresar gratitud es un aspecto fundamental de la fe dirigida a Dios Su  y debería ser la forma natural de pensar de todas las personas.
Más que esto los hijos de Dios deben estar absolutamente agradecidos por todo.
Nadie tiene obligación para con nadie, forma de pensar egoista, pués es Dios quién nos ha dado todo lo que tenemos.   Solo cuando abandonamos nuestro ego interesado,  podremos verdaderamente renacer. Sentimientos de satisfacción, no quejas  Sentir gratitud por todo.   A menos que aprendamos a agradecer por todas estas cosas que brindan placer a nuestra vista y a nuestro tacto, nuestro futuro será oscuro.
Los seres humanos deben unirse y agradecer por todo.
Ante la llegada de tiempos difíciles, éste será  el secreto para vivir en paz y prosperidad.   Quejarse y sentirse insatisfecho continuamente es rechazar la salvación amorosa de Dios.

Solo cuando recibamos la luz salvadora de Dios con sentimiento de profundo agradecimiento,  la luz penetrará en la profundidad de nuestras células espirituales y nos transformará en cálidos y amorosos seres humanos, verdaderos hijos de Dios.   Estar absolutamente agradecido por todas las cosas es esencial para tener verdadera felicidad.
llegada de la primavera, la estación de la esperanza.
Esperanza  que  debe  perdurar  todo  el  año  y  siempre.....

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